jueves, 12 de enero de 2012

-> Inventario enojado

No perdono el olvido de solución,
ni el adiós prematuro de la mano mentirosa,
no perdono a los falsos labios, crueles jueces
ni la brisa chismosa preguntando por todo
ni la canción que resuena en los oídos
con los nombres de ayeres desdichados
ocupando sus lugares.

No perdono a veces a la vida
no perdono la muerte o el silencio
a veces no perdono ni al río tampoco
enojado con el cielo,
con la muralla y su altura,
la culpa es más mía que de nadie,
y de las cosas y sus valores
y de los alguien, a veces
guardo sabores amargos.

todo, todo me recuerda a ti.