Una tarde de lluvia, no cualquier tarde
y miles de lupas, cayendo , pequeñas
señalándome, mientras en picada
van rápido hacia el subterráneo...
y las reencuentro en mi rostro
y me confundí: pienso que el barro
está detrás de mi tez sin dormir,
empujando los ojos y escapando.
y son lupas y me dicen, murmurantes:
"tengo tu vida en un segundo". espejos cóncavos.
Parece que termina un días más
y no he terminado de pintar
mi último cuadro...
si juntase gota a gota la lluvia
y comparase con la foto rota que tengo dentro,
Y sus miles de pedazos, flotando en el tiempo,
mezclaría alegría y soledad
multitud y melancolía.
y es tan solo , después de todo,
una tarde de lluvia más,
retazo de vida,danzando
frente a la ventana
haciendo más difícil
deshacerme de este cadáver...
y lo sé, una taza de café ya no es amiga,
ni el viento que te miente,
mojada va a estar mi almohada,
el lugar en donde apoyo mis ojos:
nadie va a estar detrás de mi.
