martes, 25 de agosto de 2009

-> Inercia

No tengo ganas de escribirte hoy,
ni de esbozar líneas perdidas que no vas a leer
no tengo ganas de fluir en cada letra,
como tampoco tengo ganas de recordar
la forma de tus ojos preciosos
ni la sutil luz que emana de tus cósmicas pupilas,
no tengo ganas, hoy, de recordarte sonriendo
con la dulce forma en que lo haces,
despojada de todo, simple, perfecta...
no, no tengo ganas;
ni tampoco de explicar la forma ondulada de tu cabello
y su color de miel expandiéndose en el aire y
que sin restricciones baila en el viento de una forma
única, delicada, tan exquisita... tan tuya.
No he de perder tiempo en imaginarme la forma de tu espalda,
y la forma... ¡la forma de tus manos!,
tus manos moviéndose de aqui para allá,
ahondando en mi quietud para poder admirarlas mejor...

No tengo ganas de explicar que hasta aquí mismo
y hasta esta parte son veintiún líneas solo hablando de ti.

...

y No, no tengo nada más que mi amor, mío, mi tesoro;
y el cuarto vacío a veces ahoga,
como hoy, cuando me niego furtivamente
a pensar todo el tiempo en ti.